Cuando alguien piensa en una gran empresa, muchas veces se plantea ¿cómo será su oficina o espacio de trabajo? ¿abierta o compartimentada? ¿colorida o más sobria? ¿tendrá futbolín? ¿plantas?… Hoy vamos a centrarnos en la diferencia entre un diseño de oficina abierta o compartimentada.
Antes de decidir qué tipo de oficina queremos, hay que analizar las necesidades particulares de la empresa. Deberíamos ser conscientes de cuánto y cómo afecta la distribución al sistema de trabajo. Por ello, hoy te damos a conocer las ventajas y desventajas de un diseño de oficina abierto.
Un buen asesoramiento es clave para sacar el máximo partido a las bondades de cada modalidad y sobre todo para saber que no siempre es necesario elegir. A veces es posible generar un modelo híbrido que aproveche las ventajas de uno y de otro.
En cualquier caso, un paso imprescindible para nosotros a la hora de afrontar un diseño de oficinas es conocer muy bien el espacio y tener la mayor información posible sobre las necesidades de la empresa.
En «Las 10 fases de un proyecto de interiorismo» te contamos la importancia de realizar un briefing inicial que recopile toda la información necesaria de la empresa.
El objetivo es conocer las necesidades espaciales, de privacidad, de concentración, comunicativas y de flexibilidad de los distintos departamentos de la empresa.
La preferencia por diseñar oficinas abiertas parece imparable en los últimos años. Sin embargo es una tendencia que viene de lejos, concretamente de la Alemania de los años 50. Y si por algo se ha mantenido durante más de medio siglo, es por sus innegables ventajas:
1. Los espacios abiertos facilitan la comunicación, favoreciendo la fluidez de ideas, el compromiso, la creatividad y el compañerismo entre trabajadores.
2. Una oficina diáfana permite la organización flexible en función de las necesidades y es la forma más eficiente de optimizar el espacio.
3. Mejora el aprovechamiento de la luz natural, que no encuentra particiones e inunda todo el espacio.
El hecho de que un trabajador desarrolle su labor en un ambiente de compañerismo, comunicativo, bien iluminado, espacioso… contribuye a su bienestar y, como consecuencia, a su rendimiento.
Si bien esto es cierto, el diseño de oficina abierta en su totalidad también puede llegar a generar problemas de privacidad, confidencialidad, acústicos y de concentración.
Por ello, se presta especial atención a la materialidad del espacio, las telecomunicaciones, la elección del mobiliario, la iluminación y al diseño de espacios de valor añadido de uso común.
Entre otros, se puede recurrir a soluciones de divisiones muy eficientes a nivel acústico, acristaladas u opacas en función de la privacidad requerida.
El diseño también puede ofrecer espacios para reuniones rápidas informales, phoneboxes, salas de reuniones, etc. Todo con el fin de equilibrar la balanza y resolver las diferentes casuísticas que se dan en los espacios de trabajo.
Cada época, con sus circunstancias concretas, trae consigo grandes cambios, tendencias que surgen del sesudo análisis de expertos en espacios de trabajo u obligadas por las nuevas circunstancias y necesidades.
Como estudio de diseño de interiores, especializado en branding espacial y en diseño de oficinas, defendemos dar a cada empresa la solución más eficiente, por encima de modas o tendencias. El reto es crear espacios agradables para trabajar sin sacrificar funcionalidad y profesionalidad.
Si te interesa saber más sobre espacios de trabajo y productividad puedes leer algunos posts de nuestro blog sobre diseño de oficinas: Iluminación en una oficina, La biofilia en el diseño de oficinas y Metodología Ágile o conocer nuestros proyectos de diseño de oficinas.
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