Un diseño interior de aula basado en la versatilidad de los espacios evolutivos y ampliables aplicado a un nuevo modelo de aprendizaje cooperativo. Un diseño de contrastes que inunda el espacio para unificarlo.
LOCALIZACIÓN | Málaga
SUPERFICIE | 235 m²
Colegio San Estanislao de Kostka (Fundación Loyola)
Fotografía Lolo Mestanza
Rotulación Kronoprint
CATEGORÍA | diseño interior, diseño de interiores, interiorismo, diseño de colegio, interiorismo de aulas, interiorismo de colegio, diseño aulas cooperativas, interiorismo aula cooperativa, diseño educacional, arquitectura educacional, arquitectura, arquitectura interior, diseño de espacios, diseño de espacios educativos, diseño de suelo colegio, espacios colaborativos.
El colegio San Estanislao de Kostka en Málaga (fundación Loyola) nos dio la oportunidad llevar a cabo el diseño interior de aula que necesitaban para cuatro de ellas.
Hablamos de un colegio de grandes dimensiones y con una larga trayectoria histórica. Enclavado en una de las zonas más pintorescas de la ciudad de Málaga, el tradicional barrio de El Palo. Ocupa una gran parcela que mira al mar Mediterráneo, por la que han pasado numerosas generaciones de estudiantes.
Con el paso del tiempo y la aparición de nuevas metodologías de enseñanza, el colegio va transformándose progresivamente. Su intención de basar la enseñanza en proyectos y modelos colaborativos, requiere de la adaptación de los espacios. Las aulas del siglo XXI deben ser un reflejo de esos nuevos modelos.
Se reforman cuatro espacios, en origen diferenciados entre sí, que ahora adquieren nuevas posibilidades. Cuatro aulas que pasan a adquirir la posibilidad de convertirse en dos. Duplicando su amplitud y, con ello, su posibilidad de generar nuevas dinámicas de aprendizaje donde se requiera de más alumnos y más profesionales.
Para ello es clave la presencia del tabique móvil, la piedra angular para la colaboración entre aulas.
El diseño interior de aula es protagonizado por el pavimento. Una superficie concebida para generar un ambiente cálido, cercano y amable que dé continuidad a las dos aulas, que a la vez son una. Líneas sinuosas y curvas que contrastan con la ortogonalidad del resto de elementos.
Otro carácter diferenciador de estas aulas es la forma en la que es usado el color. Dentro de un contenedor puramente neutro, se introduce el pavimento en tonalidades vibrantes. Esta cualidad se ve reforzada por el contraste del color complementario presente en las carpinterías y sillas: el turquesa.
Además, desaparece el modelo de lección magistral en la que el maestro se encuentra en un nivel superior, para dar lugar a una relación directa más personal en la que se transforma en un guía, sin un lugar fijo, que se desplaza por el aula.
En cuanto a funcionalidad, se apuesta por mantener como diáfano el espacio central y situar los elementos de apoyo en el perímetro. Pizarras, lavabos y taquillas hechas a medida cubren estas necesidades del aula.
Además, la presencia de las nuevas tecnologías resulta indispensable con las pantallas móviles, que dan apoyo a la gran superficie de pizarra. El aula funciona como una gran pizarra, en la que el perímetro y el tabique móviles a ambas caras, sirven como soporte.
Por último, se sitúa en el extremo la llamada «pecera». Un espacio de apoyo al aula, para reuniones con padres, con alumnos, apoyo lectivo, trabajo individual del profesor… Se opta por una materialidad que mantenga el contacto con el aula de la manera más directa sin sacrificar una cierta independencia espacial y acústica.
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