Casa Kiki decide renovar su imagen corporativa por lo que se plantea un nuevo desafío, implementar esta imagen de marca en el diseño interior de su nueva tienda en Málaga, y que sea un punto de inflexión para las futuras aperturas.
conociendo al cliente
Casa Kiki es un obrador familiar malagueño con más de 30 años de experiencia en confitería y panadería. Cuentan con varios obradores y puntos de venta repartidos por toda la provincia, su producto es de fabricación propia, y escalable en diferentes tamaños.
Hace unos años, revolucionaron el mundo de las palmeras creando una de tamaño XXL, pensada para compartir con todo el mundo. Además de su famoso producto, que bañan o rellenan de todo lo que se nos pueda ocurrir, cuentan con otro típico dulce malagueño, la loca, que también producen en gran formato. Pero Casa Kiki no solo se dedica a elaborar palmeras, también tienen otra gran variedad de productos que seguro que has visto personalizado en cualquier evento ¡no tienen barreras!
Gracias a un estudio de mercado detallado en colaboración con Anguis, se pudo conocer en detalle al usuario más frecuente de Casa Kiki, sus necesidades, y cómo se le podía facilitar y hacerle más amena la compra, sin olvidar el hacer más sencillo el día a día de las trabajadoras.
nuevo modelo de tienda
La primera tienda flagship Casa Kiki se inaugura en el Centro Comercial Plaza Mayor de Málaga, con una nueva imagen de marca, nuevos colores corporativos, logos, y materiales.
Este nuevo concepto tenía que mostrar los pilares fundamentales de la marca: La palmera, la artesanía, y la diversión. Además, al ser una flagship store, era importante que fuese un espacio llamativo desde cualquier punto de vista.
Este nuevo punto de venta es estratégico, Casa Kiki Plaza Mayor conectará con un público mucho más amplio de cualquier parte del mundo por su cercanía al aeropuerto, dejando atrás el obrador tradicional de barrio, para ser implantado como un punto de venta exprés, como si de un kiosko se tratara.
concepto de diseño Casa Kiki
Casa Kiki es sinónimo de compartir, de reunión, de diversión. Un producto que mantiene la artesanía en un tiempo en el que todo se vende de manera industrial. A partir de estos valores, se partió del hojaldre como elemento principal, icono de su artesanía, del que se crean unas »lamas» en el techo y paredes que simulan cada una de las capas de esta materia prima, dándole una forma curva que simula uno de sus grandes hitos: la palmera.
Se juega también con la combinación de tres tonos de verde corporativo de la marca y la iluminación indirecta, dando una gran profundidad en el local de pequeña superficie.
En cuanto a los materiales utilizados, se utiliza madera lacada para crear las lamas de palmera, un mortero de arcilla, que transmite la artesanía por su manera de trabajarlo con espátula, y una solería en colores cálida, que contrasta con la vivacidad del verde corporativo.
Como resultado, una pequeña tienda llamativa y memorable, que atrae tanto el cliente malagueño como al turista, que renueva su imagen para llegar a un público más amplio, pero que recuerda sus valores fundamentales y que no dejan de estar presente en cada uno de los procesos de la marca, desde la fabricación, hasta el trato con cliente.
En resumen, un proyecto retail que da un gran salto del concepto de obrador clásico tradicional, a una flagship store que marque un antes y un después en el diseño de sus futuras tiendas, dándole un aire fresco, atractivo y contemporáneo.
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