Dos cosas en común entre el debranding y el branding espacial

Como sabrás si has echado un vistazo a nuestros proyectos, desde Filbak trabajamos la comunicación de marcas ofreciendo un servicio 360º. Partimos desde la dimensión más gráfica creando la marca o el logotipo, pasamos por el diseño del interiorismo, y llegamos hasta el final de la ejecución incluyendo el control de obra. Hoy te contamos cómo entendemos y aplicamos el debranding en nuestros proyectos.

Qué es el debranding

En un mundo en el que a diario recibimos decenas de inputs visuales sobre logotipos, marcas y publicidad, surge el debranding. Este aparece como respuesta alternativa al descenso de captación de público que la publicidad al uso sufrió hace algunos años.

Se trata de una tendencia en la que la marca se despoja de su logotipo completo o simplemente mantiene su isotipo (símbolo) para quedarse con lo esencial. Sigue distinguiéndose entre las demás y transmitiendo su carácter, sin necesidad de mostrar su logotipo constantemente. En otras palabras, podríamos definirlo como una estrategia para promocionar un producto/servicio prescindiendo del logotipo de la marca.

Sin embargo, puede tratarse de un movimiento arriesgado si la marca no está totalmente consolidada. Así que, desde Filbak entendemos el debranding como el camino de vuelta del buen branding.

Existen numerosos ejemplos, pero aquí te mostramos el de dos marcas que, estamos seguros, podrás reconocer sin necesidad de ver su logotipo.

El debranding es el camino de vuelta del buen branding

Similitudes con el interiorismo corporativo

Si has leído nuestro post sobre Branding Espacial, sabrás que sus premisas mucho tienen que ver con este debranding del que hablamos. En nuestro día a día trabajamos para empresas que quieren transmitir su marca a través del espacio. Conseguir hacerlo sin mostrar el logotipo todo el tiempo, es un reto en cada proyecto.

Es ahí donde surge la reflexión de que el debranding es, en esencia, el germen del branding espacial que desarrollamos. Y que, por este motivo, puede mejorar exponencialmente el interiorismo de tu oficina o local comercial.

Estos son los dos rasgos en común que identificamos:

1. Desmarcarse del logotipo: se busca una comunicación de la marca menos corporativa y más personal. A través de colores, texturas, materiales,… transmitir a través del espacio un paisaje interior que el visitante pueda identificar con la empresa.
2. Centrarse en el usuario y su experiencia: como objetivo aumentar el compromiso del cliente captando su atención a través de las sensaciones y sentimientos que experimenta en el espacio que habla de la marca sin mostrarla explícitamente.

Aterrizando, te mostramos un ejemplo:

Creemos que aplicar el concepto de debranding al interiorismo, es la clave para transmitir una marca sin generar una sensación de publicidad. ¿Qué opinas tú?

Si quieres ver más ejemplos de branding espacial, ve a este link. ¡Te esperamos en nuestras redes sociales!