Vivimos en la era de las comunicaciones, donde la información que tenemos al alcance de un clic es la base de nuestro día a día. La irrupción de la tecnología y todo lo que conlleva tiene un gran impacto en nosotros y en las decisiones que tomamos. Por fin, Big Data y el diseño se unen para crear espacios inteligentes.
“El mundo está cambiando a una velocidad nunca vista. La forma tradicional de hacer las cosas ya no funciona… la exigencia acelera el crecimiento y la innovación debe ser cada vez mayor.”
Alejandro Pociña, presidente de Steelcase en España y Portugal
Como arquitectos e interioristas, nuestro trabajo es resolver problemas y/o necesidades a través del diseño. La importancia de recopilar datos al principio es nuestra máxima.
En nuestro caso, la primera recogida de información que hacemos es con el cuestionario y la entrevista inicial (te lo contamos en el blog «Las 10 fases de un proyecto de interiorismo»). Datos que tratamos de analizar, ordenar e interpretar correctamente para resolver las distintas situaciones.
El diseño de oficinas de hoy en día queda lejos de la del pasado, donde un mismo espacio debía albergar a cuantos más trabajadores mejor. El diseño de oficinas actual da cabida a espacios flexibles que posibilitan el trabajo en equipo, reuniones informales y la creatividad. Todo ello, sin abandonar las áreas diseñadas para una mayor privacidad y concentración.
Para que un diseño de oficinas funcione y dé respuesta a todas las necesidades que tienen sus usuarios, hay que llevar a cabo una recopilación de datos exhaustiva. El objetivo es averiguar qué lugares de la oficina están siendo más utilizados, con qué finalidad o motivo, cuáles necesitarían a futuro, condiciones de iluminación, flujos de personas, dinámicas de trabajo, requerimientos tecnológicos…entre muchos otros.
En este punto es donde entra el Big Data.
En la era de la tecnología, todo es susceptible de ser medido.
El Big Data es extremadamente útil tanto para la distribución de espacios en las oficinas como para mejorar la calidad de vida de sus usuarios. De hecho, a través de este sistema se pueden dar respuesta a cuestiones que ni siquiera se conocían. Permite detectar problemas, dar soluciones e inclusive predecir posibles escenarios futuros.
¿Pero qué es? El Big Data parece algo abstracto y difícil de comprender. Pero la gran cantidad de posibilidades que ofrece en todos los ámbitos, nos acerca a entender de qué se trata. Aterrizamos viendo su aplicación en el diseño interior de oficinas:
Un gran ejemplo es el del equipo de Zaha Hadid. Ante un diseño de oficinas, se adelantó a las necesidades de los empleados analizando, a través de sensores, el ruido, la temperatura, la iluminación y las diferentes zonas de trabajo. De esta manera, determinaron de antemano dónde posicionar a las personas según sus horarios de trabajos y realizar un diseño más certero.
Otro ejemplo de uso del Big Data y el diseño de oficinas, es el que llevó a cabo Steelcase. Gracias a la implementación de sensores de movimiento y la posterior recopilación de datos, consiguieron determinar cuándo se utilizaban las estaciones de trabajo y cuándo quedaban libres. Esto permitió comprender el comportamiento y patrón de grupos grandes de personas durante largos periodos de tiempo.
El entorno de trabajo evoluciona constantemente acompañado del crecimiento exponencial de los recursos tecnológicos. La información es poder y las empresas lo saben.
El Big Data ha venido para quedarse y convertirse en una herramienta poderosa para generar diseños interiores inteligentes. El diseño de oficinas del futuro pasará por los arquitectos e interioristas que sepan ordenar, interpretar y manejar los datos. Todo esto, incluyendo la sensibilidad en el diseño y el confort durante el proceso.
Siempre considerando la información sobre las necesidades que nuestros clientes nos transmiten, somos especialistas en diseño de oficinas y espacios de trabajo. Si tienes curiosidad por ver algunos ejemplos, puedes encontrarlos en este link: diseños de oficinas con sello Filbak.
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